Tipos de aislamiento térmico: cuál elegir

Tipos de aislamiento térmico

La temperatura de tu hogar influye en tu confort y en tu bolsillo. Un buen aislamiento térmico reduce el gasto energético, mejora la eficiencia y evita pérdidas de calor en invierno o sobrecalentamientos en verano. En Igesur conocemos la importancia de elegir el material adecuado. No todos los tipos de aislamiento térmico ofrecen las mismas prestaciones ni sirven para cualquier espacio. ¿Cómo saber cuál necesitas? Aquí te explicamos las opciones disponibles y dónde instalarlas para mejorar el rendimiento de tu vivienda o negocio.

¿Qué es el aislamiento térmico y por qué es importante en tu hogar?

Un buen aislamiento térmico minimiza el intercambio de temperatura entre el interior y el exterior. Esto significa menos consumo en calefacción y aire acondicionado, lo que se traduce en un ahorro considerable. En España, según datos del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), una vivienda bien aislada reduce hasta un 30 % el gasto energético.

La normativa vigente, recogida en el Código Técnico de la Edificación (CTE) DB HE, establece los requisitos para mejorar la eficiencia térmica en edificios nuevos y rehabilitados. Cumplir con este reglamento no solo optimiza el confort, sino que también incrementa el valor de la propiedad.

Además, un aislamiento de calidad refuerza la protección pasiva contra incendios, ya que muchos materiales actúan como barreras térmicas, ralentizando la propagación del fuego.

Tipos de aislamiento térmico según material

La diversidad de materiales de aislamiento térmico disponibles en el mercado es amplia, cada uno con propiedades, ventajas e inconvenientes específicos. Podemos clasificarlos en cuatro grandes grupos, atendiendo a su origen:

Aislamientos sintéticos: versatilidad y alto rendimiento

Los aislamientos térmicos sintéticos son productos derivados de la industria petroquímica, caracterizados por su elevada capacidad aislante y, en muchos casos, por su ligereza y facilidad de instalación.

  • Espuma de poliuretano (PUR): este material plástico sobresale por su excelente rendimiento térmico, uno de los más altos del mercado. Se presenta en diversos formatos, desde planchas rígidas, ideales para paredes y cubiertas, hasta espuma proyectada, perfecta para rellenar cavidades y zonas de difícil acceso. Su versatilidad es notable, aunque su sostenibilidad es menor en comparación con otras opciones.

  • Poliestireno expandido (EPS): conocido popularmente como «corcho blanco», el EPS es un material ligero, económico y con una buena resistencia a la humedad. Su principal ventaja reside en su bajo coste y sencillez de instalación, lo que lo convierte en una opción popular para proyectos con presupuesto ajustado. No obstante, su capacidad aislante es inferior a la de otros sintéticos y su resistencia a impactos es limitada.

  • Poliestireno extruido (XPS): el XPS comparte muchas propiedades con el EPS, pero presenta una mayor densidad y resistencia mecánica. Por eso, es una elección idónea en zonas expuestas a la humedad, como cimientos, cubiertas o suelos en contacto con el terreno. Aun siendo más costoso que el EPS, su durabilidad y prestaciones justifican la inversión en muchos casos.

Aislamientos minerales: seguridad y durabilidad

Los aislamientos minerales provienen de materias primas naturales y destacan por su incombustibilidad y buenas prestaciones térmicas y acústicas.

  • Lana de roca: este material se obtiene a partir de roca volcánica fundida, lo que le confiere una resistencia al fuego inigualable, actuando como una barrera eficaz contra la propagación de incendios. Además, posee un notable poder de aislamiento térmico y acústico. En aplicaciones donde se requiere una protección contra el fuego aún mayor, se puede emplear mortero de lana de roca para sellar juntas y rematar instalaciones, creando así una barrera continua e ignífuga.

  • Lana de vidrio: fabricada a partir de arena y vidrio reciclado, la lana de vidrio comparte muchas ventajas con la lana de roca. El principal atractivo de este tipo de aislante reside en su precio más económico, siendo una opción asequible sin renunciar a la calidad. 

Aislamientos naturales: sostenibilidad y confort

Los aislamientos térmicos ecológicos proceden de fuentes renovables y se caracterizan por su bajo impacto ambiental. Además, poseen propiedades adicionales como la regulación de la humedad o la transpirabilidad.

  • Corcho: este material vegetal, extraído de la corteza del alcornoque, es un excelente aislante térmico y acústico, además de ser resistente a la humedad, transpirable y duradero. Su origen natural lo convierte en una opción sostenible y ecológica, aunque su coste tiende a ser más elevado que el de otros materiales. 

Si quieres saber más sobre este tipo de aislamiento térmico y su aplicación, te recomendamos que leas nuestra guía: qué es el corcho proyectado.

  • Celulosa: obtenida a partir de papel reciclado y tratada con sales bóricas para conferir propiedades ignífugas e insecticidas, la celulosa es una opción económica, ecológica y con un buen comportamiento térmico y acústico. 

  • Cáñamo: la fibra de cáñamo, proveniente de una planta de cultivo rápido y sostenible, presenta unas prestaciones aislantes similares a las de la celulosa. Su empleo en la construcción está en auge debido a su carácter ecológico y buenas propiedades.

Pintura térmica

Este innovador recubrimiento representa una solución funcional y decorativa para mejorar el confort térmico de los espacios. A diferencia de los aislamientos tradicionales, la pintura térmica es un revestimiento líquido que se aplica de forma similar a una pintura convencional, ya sea con brocha, rodillo o pistola. 

A su vez, la pintura térmica está enriquecida con microesferas cerámicas, partículas de vidrio u otros componentes aislantes. Estos componentes actúan como barrera reflectante frente a la radiación solar y dificultan la transmisión del calor a través de las superficies tratadas.

¿Dónde instalar cada tipo de aislamiento térmico?

La elección del aislamiento térmico adecuado no solo depende del material en sí, sino también del área de la vivienda donde se instale. Cada parte del edificio presenta necesidades específicas y requiere de soluciones adaptadas.

Aislamiento térmico para fachadas

Las fachadas son una de las principales vías de pérdida o ganancia de calor en un hogar u edificio.  Existen diferentes modelos para aislar térmicamente las paredes exteriores:

  • SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior): este sistema consiste en la colocación de paneles aislantes en la cara exterior de la fachada, que posteriormente se revisten con un mortero protector. El SATE proporciona un aislamiento continuo y eficaz.

  • Fachadas ventiladas: aquí se crea una cámara de aire entre el revestimiento exterior y el aislamiento, lo que favorece la ventilación y evita la acumulación de humedad. Las fachadas ventiladas son especialmente aconsejables en zonas cálidas, puesto que contribuyen a mantener la frescura en el interior en verano.

Aislamiento térmico interior

Esta opción implica la colocación del aislamiento en la cara interior de las paredes. Es una solución más sencilla y económica que las anteriores, idónea para reformas o cuando no es posible actuar sobre la fachada exterior. No obstante, resulta menos eficiente que el SATE o la fachada ventilada en términos de eliminación de puentes térmicos.

Aislamiento térmico para cubiertas

Las cubiertas, especialmente en las últimas plantas de los edificios, están muy expuestas a las inclemencias climáticas y requieren de un buen aislamiento térmico en tejados.  Veamos cuáles son las soluciones más adecuadas:

  • Cubiertas inclinadas: en tejados con pendiente, el aislamiento se puede colocar bajo teja, sobre el falso techo o en la cámara buhardilla. Materiales como la lana mineral, la celulosa o la fibra de madera son muy recomendables por su adaptabilidad a formas irregulares y buenas prestaciones.

  • Cubiertas planas: en cubiertas planas, el aislamiento se suele instalar sobre la estructura, bajo la impermeabilización. En estos casos, conviene utilizar materiales resistentes a la humedad y a la compresión, como el XPS o el poliuretano.

Aislamiento térmico para suelos y techos

El aislamiento de suelos y techos, aunque a veces se pasa por alto, incide de forma importante en el confort térmico de los hogares.

  • Aislamiento en suelos flotantes y radiantes: en suelos flotantes, se puede colocar una capa de aislamiento bajo el pavimento, mejorando el confort térmico y acústico. En suelos radiantes, el aislamiento es imprescindible para dirigir el calor hacia el interior de la vivienda y evitar pérdidas hacia la planta inferior.

  • Aislamiento en falsos techos y entrepisos: aislar los falsos techos o los espacios entre plantas ayuda a reducir las pérdidas de calor entre diferentes niveles de la vivienda, especialmente en casas de varias plantas. Materiales ligeros y fáciles de instalar, como la lana de vidrio o la celulosa, son opciones interesantes.

Claves para elegir el mejor aislamiento térmico

La elección del aislamiento térmico idóneo depende de diversos factores, que debes valorar antes de la instalación. Algunos aspectos clave a considerar son:

  • Condiciones climáticas: no es lo mismo aislar una vivienda en la costa mediterránea que en la montaña. En climas fríos, prioriza aislamientos con alta resistencia térmica, como la lana de roca, que ofrece una mayor capacidad para retener el calor. En zonas cálidas, busca materiales que ofrezcan un buen comportamiento frente al calor estival y favorezcan la transpirabilidad.

  • Ubicación del aislamiento: no todos los materiales son adecuados a todas las zonas del hogar. Para fachadas, el SATE o la fachada ventilada son opciones muy eficientes. En cubiertas expuestas a la humedad, opta por XPS o poliuretano.

  • Presupuesto: el coste de los materiales de aislamiento varía considerablemente. El poliestireno expandido es la opción más económica, mientras que el corcho o algunos aislamientos naturales son más costosos. Establece un presupuesto realista y busca la mejor relación calidad-precio dentro de tus posibilidades.

  • Facilidad de instalación: algunos materiales, como las planchas rígidas o los rollos de lana mineral, son relativamente sencillos de instalar por uno mismo. En cambio, la espuma proyectada o el SATE, requieren de mano de obra especializada. Valora si vas a realizar la instalación por tu cuenta o vas a contratar a profesionales.

En definitiva, invertir en los mejores tipos de aislamiento térmico mejora la calidad de vida dentro del hogar y optimiza los recursos energéticos. Si estás pensando en mejorar el aislamiento térmico de tu vivienda o local, no dudes en consultarnos. Nuestro equipo técnico estará encantado de asesorarte y ofrecerte un presupuesto personalizado y sin compromiso.

Referencias:

  • Clarín. (2024, junio 16). Cuál es el mejor aislante térmico contra el frío. Disponible en: https:// clarin.com/internacional/mejor-aislante-termico-frio_0_z8wQsxMJkP.html
  • Dr. Dietrich Müller GmbH. (2022, junio 12). Resumen de clases de aislamiento. Disponible en: https:// mueller-ahlhorn.com/es/Resumen-de-clases-de-aislamiento/
  • Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía. (s.f.). Guía práctica de la energía para la rehabilitación de edificios. El aislamiento, la mejor solución. IDAE. Disponible en: https:// idae.es/tecnologias/eficiencia-energetica/edificacion/aislamiento-en-edificacion/guia-practica-de-la-energia
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